Con ocasión del 190 aniversario del Tratado del Pilar, se realizó en el teatro Lope de Vega un acto académico. Hicieron uso de la palabra nuestra presidenta, la profesora Silvia Villamagna, el historiador Pacho O´Donell, miembro honorario de nuestra junta y Walter Peña, coordinador del programa “Argentina de punta a punta en el bicentenario” que promueve la Secretaría de Cultura (mas datos en www.cultura.gov.ar)
Además de las autoridades municipales también se hizo presente el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia.
La profesora Villamagna se encargó de la introducción general:
El Tratado del Pilar es el nombre de un pacto firmado el 23 de febrero de 1820 entre Manuel de Sarratea (representante por la provincia y ciudad de Buenos Aires en ese momento) y dos de los caudillos de la Liga Federal: Estanislao López (santafesino) y Francisco Ramírez (entrerriano). El pacto se firmó después de la derrota de las tropas unitarias - casi en su totalidad porteñas -en la primera batalla de Cepeda (el 1 de febrero de 1820).
Buenos Aires había caído en un desorden, en consecuencia el 16 de febrero de 1820 se convocó un Cabildo Abierto en el cual se creó una Junta de Representantes, la cual designó a Sarratea como gobernador interino de la provincia. Este se propuso llegar a un acuerdo con López y Ramírez, firmando el tratado en la localidad bonaerense de Pilar el 23 de febrero.
El tratado proclamaba la unidad nacional y el sistema federal (preconizado por José Gervasio Artigas). Convocaba, en el plazo de 60 días, a una reunión de representantes de las tres provincias en el convento de San Lorenzo, para convenir la reunión de un congreso que permitiese reorganizar el gobierno central.
Establecía el fin de la guerra y el retiro de las tropas de Santa Fe y Entre Ríos a sus respectivas provincias.
Buenos Aires se comprometía a ayudar a las otras provincias en caso de ser atacadas por los portugueses-brasileños.
Los ríos Uruguay y Paraná se declaraban navegables para las provincias amigas.
Concedía una amplia amnistía a los desterrados o perseguidos políticos.
También determinaba el enjuiciamiento de los responsables de la administración anterior “por la repetición de crímenes con que se comprometía la libertad de la Nación”
Disponía la comunicación del tratado a Don José Artigas, “para que siendo de su agrado, entable desde luego las relaciones que puedan convenir a los intereses de la Provincia de su mando, cuya incorporación a las demás federadas, se miraría como un dichoso acontecimiento”.
Un compromiso secreto entre los caudillos y Sarratea preveía la entrega de auxilios y armas a las provincias firmantes. Los caudillos fueron invitados por el gobierno de Buenos Aires, ciudad donde estuvieron en calidad de huéspedes.
López y Ramírez, fortalecidos por su victoria frente a Buenos Aires, se encontraron forzados a desconocer la autoridad de Artigas ya que éste había sido derrotado en Tacuarembó por los lusobrasileños. Consideraban estratégicamente correcto reorganizar sus provincias y abandonar de momento la guerra con los portugueses que les imponía la estrecha alianza con el prócer Artigas, quien por esto rechazó el tratado y los acusó de traición.
Lo cierto es que a las provincias de Santa Fe y de Entre Ríos (y luego Corrientes) no les quedaba otra opción que firmar, compelidas por las graves circunstancias, este tratado ya que en lo fáctico, la Provincia Oriental y casi toda la provincia de Misiones se encontraban bajo el poder de los invasores, de este modo lo único que parecía viable era aceptar una alianza con los unitarios aunque éstos fueran enemigos declarados de Artigas. Tal alianza salvó a la Mesopotamia de una anexión al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve.
HECHO CLAVE DE NUESTRA HISTORIA
Pacho O´Donnell por su parte señaló que el Tratado del Pilar es un hecho clave de nuestra historia y que si no se lo comprende bien es difícil de entender muchas cosas. Pilar –dijo mas adelante- es la cuna de un federalismo que murió rápidamente. El de la firma es el momento mas intenso del federalismo que liego la Argentina no alcanzó, ya que hoy es un país unitario, un pais centralista. Hoy es muy difícil lograr algo sin el apoyo del gobierno central. Por eso Pilar es la cuna de un federalismo que no se consagró.
“Está bien que Pilar se enorgullezca con ser la cuna del federalismo porque en ese momento Buenos Aires, que hasta entonces había sido centralista, se colocó al nivel de las demás provincias. El tratado fue el momento mas ejemplar del federalismo en la Argentina, que luego lamentablemente se perdió en la fractura de la alianza federalista con las batallas de Caseros y Cepeda (la segunda) y Pavón, y de alguna manera en la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay.
Concluyó: “a pesar de que la Constitución habla de un sistema federal, lamentablemente esa luz que irradió el Tratado del Pilar no se cumplió. Somos un país unitario, absolutamente centralista, y la provincia de Buenos Aires sufre las consecuencias”…. “hay que rescatar el espíritu maravilloso del federalismo, que luego lamentablemente se truncó”.
LA HISTORIA ABURRIDA
Con este título El Diario, en su edición del 28 de febrero, publicó el siguiente recuadro:
“Uno de los momentos mas celebrados de la disertación de Pacho O´Donnell tuvo lugar cuando, a partir de la pregunta de una periodista, entregó su visión de por qué los argentinos son reticentes a aprender de historia:
Se enseña una historia tergiversada, tendenciosa, escrita por los vencedores de las guerras civiles. Los chicos aprenden una historia aburrida, que muchas veces se limita a recordar nombres y fechas, y no se les trasmite la riqueza extraordinaria que tiene la historia argentina.
Y agregó: Nunca se nos enseñó a estar orgullosos de lo que somos, al contrario, se nos enseñó a apreciar mucho lo ajeno. Estamos convencidos de que lo nuestro no vale, no sirve, y eso ha tenido consecuencias terribles. Somos un país con muy poca conciencia patriótica, fuimos educados en la idea de que lo nuestro no sirve y lo ajeno es mucho mejor. No nos interesa la historia porque no sentimos que es valiosa”.