Fiestas patronales Del
Pilar.
De Aragón a la
Campaña Bonaerense.
Es
conocido que nuestro pueblo toma su nombre por la devoción de los habitantes de
la zona por la Virgen
Maria bajo la advocación de Nuestra Señora del Pilar. Cuenta
la tradición Cristiana que la mismísima Virgen Maria, cuando aún vivía, se
presentó ante el apóstol Santiago de pie
sobre un pilar de mármol el día 2 de enero del año 40, cuando se encontraba
junto al Rio Ebro en Zaragoza,
pidiéndole que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al
pilar donde estaba y prometió que "permanecerá en este sitio hasta el fin
de los tiempos”.
La
iglesia Católica le ha rendido culto a través de los siglos: en las lecciones
del Breviario Romano para este día aceptaba "como piadosa y antigua
tradición" la visita de María a Santiago. El Papa Clemente XII (1730/1740)
concedió el rezo de su oficio litúrgico, señalando la fecha del 12 de octubre. El
papa Pío VII lo elevó al rango de "primera clase con octava" para el
reino de Aragón y Pío IX extendió a todas las diócesis de España el privilegio
del oficio y de la misa Del Pilar.
¿Cómo
fue que se trasladó esta tradición a este pueblo de la campaña bonaerense?
Los
estudiosos dicen que los padres de la Compañía de Jesús, junto con los soldados
aragoneses que los acompañaban en ocasión de la construcción de un fuerte en el
lugar que hoy se conoce como “los Cerrillos”,
traen esta advocación a la
Virgen del Pilar hacia el año 1681. En España, unos años
antes, había sido muy popular el “Gran milagro del Cojo de Calanda”. Por el año
1640, a
Miguel Juan Pellicer Blasco le habían amputado una pierna, y se asegura que la Virgen Del Pilar
intercedió para que volviera a tenerla y sanarse.
¿Habrá
sido por esta profunda fe religiosa de los aragoneses que vinieron a estas
tierras a fines del siglo XVII, que los primitivos pilarenses heredaron esa
devoción? No debemos descartar que Cristóbal Colon descubrió América un 12 de
octubre, por lo que toda la conquista española estuvo embebida de un enorme
agradecimiento a la Virgen del Pilar.
A
ciencia cierta, sabemos que por el año 1729, Maria Cabezas se propuso darle
culto público a la Virgen
del Pilar “en una Capilla construida de ladrillos de adobe y techo de paja,
cerca de la margen derecha del río Luján”
y que solicitó autorización del obispo de Buenos Aires. Esta capilla fue atendida
por un sacerdote enviado del pueblo de Luján a celebrar oficios los días
festivos. Asimismo, existe un documento que reafirma estos dichos, ya que en el
año 1731 el Alférez López de Quiroga fue autorizado a pedir limosna para la
construcción de la futura Capilla.
También
tengamos en cuenta que había algunos aragoneses viviendo en el Pilar Viejo
cuando se tomaron los primeros datos del pueblo. Por supuesto hubo famosos
aragoneses en el Virreinato del Rio de la Plata , uno de ellos, fue el mismo Felix de Azara,
nacido en Huesca, quien estuvo recorriendo algún tiempo estos pagos.
Primera imagen
Aldo
Beliera nos ilustra diciendo que María Cabezas poseía en su casa una pequeña
réplica de la santísima virgen María con el niño Dios en su brazo, en una
visión personificada de Nuestra Señora del Pilar. Posteriormente y cuando ya
estaba instalado el templo, el Teniente de Cura Juan Isidro Illescas en el año
1741efectúa un inventario en el cual detalla que en la parte superior de la
capilla se “encontraba la imagen de Nuestra Señora del Pilar con su corona de
plata y el niño Jesús en uno de sus brazos”. Otra imagen de la Virgen estaba en el púlpito
de cedro, ya que su escalera estaba ornamentada con dicha figura de la virgen.-
Los aragoneses
Luego
de la década del treinta del siglo pasado, los memoriosos cuentan que desde la Capital Federal ,
los aragoneses concurrían a la
Ciudad del Pilar con sus ornamentos, vestimentas y música, el
domingo posterior al 12 de octubre, festejando aquí también el día de la Patrona. Venían en
tren y desde la estación hasta la
Plaza , realizaban una procesión muy vivaz en cantico y color.
Es
muy posible que hayan sido los inmigrantes y descendientes aragoneses,
agrupados en el Círculo de Aragón de Buenos Aires. Los antecedentes de esta
institución datan de 1894, cuando el 12 de octubre constituyen el Centro. En
1912, otro grupo de aragoneses forman la Unión Aragonesa ,
quedando constituido definitivamente en
1915 el Círculo de Aragón. Era dedicado a exaltar la cultura de Aragón y realizan
festejos conmemorativos de fechas como el Día de Aragón y San Jorge, la Vaquilla del Ángel
(Teruel), San Lorenzo (Patrono de Huesca) y las Fiestas en honor a la Virgen del Pilar.